a través del tiempo

Aún tengo en el calendario
la fecha, el penúltimo beso
y todas las veces que te amé sin que supieras.
Cada año te saludo dos veces
como el que relee un libro y descubre
la literatura exacta de las cosas.

Yo te leo extrañado,
sé que estábamos/estamos
escribiendo en un papel una maleta,
hablábamos/hablamos de las cosas inútiles
perdiendo el tiempo…

Sé cuál es el día correcto para llamarte,
lo sabes…
Me esperas/espero 
en páginas diferentes otro año.

árbol

El legado del hombre que espera
la zona del fondo que asoma. Árbol va,
como un recuerdo desaparece,
nada más terminar el día. Aquí
un niño pasa y pisa la hierba,
como si fuera otoño una hoja
viaja. Nada más, repito,
el legado de un mal verano,
de una borrachera estúpida.
Cartas abiertas sobre la mesa
y una canción para esperar.

El triunfo de ti
es esta vuelta a las palabras que como todo discurso sin mensaje aburre.
Llevo diciendo lo mismo
y lo mismo te espero como el que espera
que Noviembre sea un mes que se olvide
y todos nos vamos muriendo exactamente a la misma velocidad
y luego la mano toma el pulso de la mano que muere
y poco le importa.

Porque también mueres.
Porque también es difícil estar a la hora exacta en el mismo sitio.
Porque eres casualidad
y hay una nube gris a la derecha,
y hay un vaso depositado en el sitio acordado,
y todo es diferente,
nada se parece a lo que espero.

            no eres tú y al igual te presentas a otro hombre que tampoco soy yo y te saludo

El triunfo de ti
no es estar recordándote en las últimas horas
sino que siempre sean las últimas horas

Que a fin de cuentas todo se parece a mi y nada
es distinto a este cuerpo

que espera y se envejece.