Hierba



                              I

No sé si era el cuerpo o era el aire
o si era un lugar que se tambalea
si era triste o era gesto de otra cosa.
No sé muy bien qué estoy haciendo en esta casa
repleta de hierba. Somos nostalgia
como la lluvia y la mentira,
como las casas donde habitamos tantas veces
como el padre, con la madre y tanto tiempo
como el hijo y los sueños
somos sólo de cuando dormimos, la verdad.

Te quiero.

Y sé que todo es sólo un papel
con palabras como estas, vacías, sólo
otro traje más en el armario, sólo
otro cuerpo con forma nueva. Y volver
a pasear las mismas calles, volver
de otra mano (no importa ya la mano)
a la misma ciudad
que no quiere ser visitada. Me revientan
las avenidas con luces, la navidad
no sé para qué sirve.
Me despido de ti
para volver solo
hasta mi casa.

                              II

Se han quedado opacos mis ojos
de no verte, (ya no sé a quién no veo)
y mi cuerpo está ahora parado en esta calle
y mis dedos buscan ahora en los bolsillos
arena de un muro.
Miro
a la derecha
y quiero tomarme un café en el bar de enfrente,
leer en el periódico las noticias
recordarte y escribirte una postal.
Diciembre es un mes propicio a los desengaños,
a los mendigos y a las plazas llenas de frío.
Me he dejado la mano en mi propia muerte
y por primera vez
me he dejado la mano en ti.

                              III

No sé qué hago
dejándome crecer la hierba
bajo las suelas
desgastadas, y es que es esta ciudad...



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