No pensar

La mano descansa en el cuerpo
mientras algo se lleva la existencia.
La mentira son las cosas,
su equipaje, rastros de la nada,
divinas formas que se construyen
para su derribo final, el chantaje de la materia
derribando historia.

Es posible que no sepa
el devenir, que no presagie
la carne podrida, los huesos relamidos,
el silencio. Todo caduca
y es perecedero, materia que se degrada,
olvido.

Pero por qué la mano descansa,
en un resistir hacia lo inevitable
en el cuerpo que una vez amó,
como si en el amor estuviera la salvación
de esta creación innecesaria.

Yo me doy por vencido
El amor es un engaño, otra mentira.
ya que la única salvación posible
es no pensar, darse cuenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario