Sin luz

Déjame mirar tu cuerpo,
las hojas han debatido qué letra,
qué pincel te dibujara.

Como el aire
que acerca y mueve,
el verano mismo,
retengo mi pulso en el beso.

Quiero morir
como quien matara un cuerpo innecesario,
como quien ahogara una voz sabida inútil,
el tiempo desperdiciado
antes, después
en ti
se justifica,
se perdona.

Para nada me ha valido tu recuerdo,
para nada quiero ya mi futuro ahora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario