Credo

Hoy miro a aquel que me miró de frente,
sus pasos se quedan en cristal desordenado,
el tiempo, no es lo que hacemos,
es lo que duramos
en el espejo sin mirar.
Hoy soy traje de la historia,
gabardina hueca y envejecida,
el frío ya no siente
como antes, ahora es la piel
la que pierde memoria.
Me quedo un rato más a contemplarte
producto de mi mente o carne viva,
imagen de mi mismo,
que yo sé que he amado en ti,
lo único de lo que el olvido se arrepiente.

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