Para pisar demasiado











Soy como un zapato de agua
y no voy a explicarlo.

Demasiadas veces, sí,
porque demasiadas es una palabra que exagera,
he vuelto a creer en mi nombre,
fonéticamente, semánticamente
y en una casa sin paredes,
una casa grande.

Todo es la mismo,
todo es la misma mierda que se pisa.

La casa pequeña de ahora me habita y me recuerda,
que los días pasados,
son años solamente... que los años
se convierten en décadas, generaciones...
y que solo soy un adorno bajo una mesa,
cualquiera,
que mi nombre se borra
fonéticamente, semánticamente
y que como todo lo escrito en un papel...
al final
desaparece.

Escondido tras un muro
rodeado de objetos innecesarios,
abro
una puerta
y no hay nada.
Espero a que llegues.
No sé tu nombre.

He vuelto a romper demasiadas,
otra vez, demasiadas cosas,
en el suelo
y ahora es una estampa de colores sin colores
que me recuerda
a mi
a demasiados, sí demasiados
"mis" de mi memoria.

La vida es un llegar siempre
y un siempre marchar después,
inútilmente,
y como todo lo inútil
yo
soy como un vaso de agua
lleno y vacío al mismo tiempo
que demasiadas veces
se rompe.

Por eso
hoy me calzo mi pasado
y me tiro a la basura.


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