La cara de yeso

     Hoy he contado todos los lugares en donde he visto una nariz de yeso, creo que me he aproximado bastante al número de lugares en los que he visto una cara de yeso. Normalmente las caras de yeso suelen tener nariz de yeso, por los menos las que he visto, además normalmente las narices de yeso suelen ir acompañadas de caras de yeso, por lo que dudo que me haya equivocado mucho. Me gusta contar cosas. Me gusta más saber la cantidad de cosas que hay en algo determinado. A veces veo una mano y cuento los dedos, otras veces trato de saber cuántas formas en relieve hay en las paredes de mi cuarto, la cantidad de páginas, de palabras, de letras que he leído, cuántas veces me he cortado las uñas, cuántos azulejos hay en el suelo, cuantos nombres diferentes he conocido... Pero creo que no hago nada especial, ni quiero hacerlo. La vida se resume en la cantidad de veces que tal cosa o que tal otra, y aunque el número no importe, todo lo que hacemos, lo hacemos una o más veces y somos uno o más seres, aveces, o casi siempre, con cara de yeso y nariz de yeso en un mismo lugar determinado.

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